lunes, 9 de octubre de 2017

La vida en el desierto.



Jorge Luis Borges.
El desierto.

Antes de entrar en el desierto 
los soldados bebieron largamente el agua de la cisterna.
Hierocles derramó en la tierra
el agua de su cántaro y dijo:
Si hemos de entrar en el desierto,
ya estoy en el desierto.
Si a la sed va a abrasarme ,
que ya me abrase.
Esta es una parábola.
Antes de hundirme en el infierno
los lictores del dios me permitieron que mirara una rosa.
Esa rosa es ahora mi tormento 
en el oscuro reino.
A un hombre lo dejó una mujer.
Resolvieron mentir en el último encuentro.
El hombre dijo:
Si debo entrar en la soledad
ya estoy solo.
Si la sed va a abrasarme,
que ya me abrase.
Esta es la otra parábola.
Nadie en la tierra
tiene el valor de ser aquel hombre.

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